lunes, enero 02, 2006

Post party

Un pedo en el aire. Y el ronquido tranquilo de mi padre. Duerme a pata ancha extendida sobre su cónyuge. Mamá también duerme con la boca y la puerta abiertas. Mis amigos entran y exigen que la cierre. Asqueados por la obscenidad familiar. Y pobre. Del depto de tres ambientes. Hieden a almendras el pan dulce y el turrón; sobre la mesa (están) desde anoche. Mis amigos no soportan que sea hija. Siempre se los había ocultado, pero ayer me revelé. Excitada por el nuevo hogar. Quería (y gocé con) horrorizarlos con mi miseria recién estrenada. Eso fue divertido.